domingo, 4 de mayo de 2014

Enfermedades con resistencia antibiótica: ¡ya no te tomes esa pastilla!


Por Alma Dzib Goodin y Linda Sanders 
 
Hace unos días la Organización Mundial de la Salud hizo un llamado urgente a los sectores de salud del mundo con información tomada de una primera investigación sobre la resistencia anti microbiana alrededor del mundo, de la cual se concluye que “ningún país está inmune ante las bacterias y virus  que se han vuelto resistentes a las drogas”, especialmente con la increíble capacidad de desplazamiento que las personas tenemos gracias a los medios de comunicación aéreos y terrestres.

Esto representa una posible crisis sanitaria si se considera que nos se trata de nuevos virus o bacterias, sino la expresión evolutiva de aquellos que durante el tiempo se han desarrollado medicamentos, y que ahora son capaces de ignorar su efecto y volverse resistentes a los antibiótico, lo que los hace más peligrosos.

Se define como resistencia antibiótica a la capacidad de un microorganismo para resistir el efecto de los medicamentos que originalmente fueron diseñados para atacarles. Esto es posible gracias a dos procesos presentes gracias a la selección natural: la forma vertical, que consiste en pasar las mutaciones cuando una célula se duplica, trasmitiendo los nuevos genes entre individuos gracias al intercambio de plásmidos, través de mutaciones producidas al azar  y una vez que se ha generado la información genética resistente a la molécula que les ataca, las bacterias mutan para evitar su efecto con fines de pervivencia, o bien debido a una conversión lisogénica que es un proceso en el cual  virus que infectan exclusivamente a las bacterias, porta genes extra y con ello altera a la bacteria en la que se hospeda.

El otro proceso que puede presentarse es más artificial en el cual se ejerce una selección sobre la población, en cualquier caso, cuando un virus o una bacteria porta varios genes de resistencia, se le denomina multi-resistente o super-bacteria o super- virus.

Clostridium difficile C
Es así que los países se están uniendo para combatir lo que Mike May llama “una catastrófica resistencia bacteriana” ya que estima que sólo en los Estados Unidos al menos 2 millones de personas por año son infectada cada año por gérmenes resistentes a los antibióticos, creando una alarma sanitaria mayor que el cáncer, pues según cifras de Centro de Control y Prevención de enfermedades (CDC)  las infecciones intestinales como el Clostridium difficile en sólo una década ha incrementado el número de muertes.

¿Cómo es que pasamos de tener la piedra para matar lagartijas, a luchar contra Godzilla?, la verdad es que pasó mientras dormíamos, de un modo simple e imperceptible: aceptamos los antibióticos para curarlo todo, desde resfriados, dolor de muelas, hasta cosas que realmente los requerían, y además, se los administramos de manera regular al ganado. En parte el problema es que apenas nos hacían sentir bien, los dejábamos de tomar, y es ahí donde las bacterias y virus comenzaron a crecer, en su lucha por adaptarse y sobrevivir, creando mecanismos que les han permitido adaptarse y combatir a los medicamentos en los que tanto confiamos.

Es así que actualmente la recomendación es volver al pasado, a los remedios tradicionales para tratar los síntomas de aquellas enfermedades que no ameriten tomar antibióticos, tales como dolor de oídos de garganta, la sinusitis, o la bronquitis. Esto no significa dejar de acudir al médico, pero juntos pueden tomar decisiones más inteligentes.

Virus de la Salmonela
Es así que mientras las grandes firmas farmacéuticas están en buscando mecanismos que permitan combatir a los virus, bacterias y sus derivados súper resistentes, para evitar estragos mayores en la población, cada ciudadano puede hacer lo suyo para evitar en primer lugar enfermarse,  para con ello  evadir el uso de antibióticos, y hay hábitos simples que es posible desarrollar entre los que se encuentran:
-Mantener al día las vacunas, y acudir a chequeos médicos de manera regular.

-Lavarse las manos, ¿en serio? ¡!Si!!, lavarse las manos salva vidas, por lo que el hábito debe propagarse entre los niños, antes de comer, después de ir al baño, después de haber estado expuesto a lugares públicos, evitar tocarse los ojos con las manos sucias, y la mejor manera es con agua y jabón y no con gel.

-Cocinar los huevos,  la carne y los embutidos de manera correcta y al máximo y evitar la contaminación cruzada de alimentos.

-Tomar los antibióticos correctamente, ¿suena ilógico?,  la verdad es que hay ocasiones en que no se deben evitar, por supuesto con la supervisión de un médico, estos deben ser administrados de manera sensata y completar los tratamientos. Es común que con una o dos pastillas las personas se sienten bien y los dejan de tomar, pero esta acción es justamente lo que produce los súper bichos, pues les administran solo una prueba a modo de cachetada, que pone en marcha su mecanismo de supervivencia.

-Evitar estornudar sobre otras personas o dejar papel desechable que ha servido para limpiar saliva o mucosa al aire libre.

-Considerar los alimentos orgánicos, libres de antibióticos.

Si acude al médico es muy importante que le brinde la mayor cantidad de información sobre su estado de salud, y si lo visita porque existen síntomas de enfermedad, no olvide mencionar claramente cuando han iniciados los síntomas, si ha tenido fiebre, si ha comido y descansado lo suficiente, y si ha tomado medicamentos antes de acudir a verle, para que ambos analicen la conveniencia de tomar o no antibióticos, mismos que deben ser usados de manera correcta.

Los efectos secundarios de los antibióticos es que matan tanto bacterias saludables como infecciosas, esto quiere decir que se modifica el ambiente bacteriano del cuerpo, con lo cual abre la puerta para que el sistema inmunológico se debilite, de ahí la  importancia de mantenerse sano en primer lugar.

Esto no es el fin de los antibióticos, pero si el momento de usarlos de manera más racional por el bien de todos.

Referencias:

Boseley, S (2014) WHO calls for urgent action to preserve power of antibiotics and make new ones. The Guardian. Disponible en red: http://www.theguardian.com/society/2014/apr/30/who-calls-urgent-action-antibiotics-antimicrobial-resistance

Cannon, B. (2014) Microbiology: resistance fighters. Nature 509, S6-S8. Disponible en red: http://www.nature.com/nature/journal/v509/n7498_supp/full/509S6a.html

Laliberte, R. (2014) Is our drug habit killing us? Disponible en: http://www.goodhousekeeping.com/health/womens-health/antibiotics

May, M. (2014) Drug development: time for teamwork. Nature 509, S5-S5. Disponible en red: http://www.nature.com/nature/journal/v509/n7498_supp/full/509S4a.html


May, M (2014) Antibiotics. Nature 509, S1. Disponible en red: http://www.nature.com/nature/journal/v509/n7498_supp/full/509S1a.html

Zimmer,, C. (2014) The continuing evolution of genes. The New York Times. Disponible en red: http://www.nytimes.com/2014/04/29/science/the-continuing-evolution-of-genes.html?_r=1

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