martes, 8 de abril de 2014

El regreso de Cosmos: la esperanza de que la ciencia nos contagie a todos


Por Alma Dzib Goodin

La serie Cosmos se transmitió en México cuando yo estudiaba la educación secundaria, supongo que con cierto retraso respecto a la versión en Inglés, pues recuerdo que la serie estaba doblada al Español. No sé cómo fue que me enganché desde el primer capítulo, pero el día que era posible ver la serie, corría a casa, comía rápido, hacía la tarea para tener el derecho a sentarme frente a la televisión y maravillarme de todo lo que Carl Sagan compartía.

Excuso decir, que en aquellos días no existía Tivo y en casa no había videocasetera, y si por alguna razón tenía que alejarme de la pantalla durante los comerciales, debía coordinar esos momentos para no perder cada detalle de lo que se explicaba con una maravillosa belleza visual.

Crecí amando la ciencia,  intentando comprender cómo Kepler llegó a configurar el orden del sistema solar o cómo es que las estrellas, aún estando tan lejos, brillan por la noche. Carl Sagan tuvo el tino de explicar cosas profundas de un modo muy diferente a los libros de ciencia y cada capítulo era una nueva frontera por descubrir.

Lo que he aprendido en todos estos años, es que aún en los países más desarrollados en el campo de la ciencia como los Estados Unidos, existe una gran cantidad de la población que cree que no es apto para comprender los principios científicos, en parte porque creció con maestros que les decían: “tu respuesta no es correcta”. La verdad es que en ciencia lo más valioso es hacer la pregunta correcta, la curiosidad es más importante que el saberlo todo. De hecho, la pasión por la ciencia se basa en la necesidad de saber más, no de saberlo todo.

Los maestros de ciencia pintan un panorama con datos fuera del contexto, y no es posible refutar dichos datos, cuando en realidad la ciencia está en constante movimiento y cambio.

En 1901 el químico Alemán Wilhelm Normann descubrió el proceso de la hidrogenación parcial, con el cual es posible convertir aceites vegetales baratos en margarinas o grasas trans como productos; esto creo una industria con productos a bajo costo y de larga duración que imitaban a los productos naturales como la mantequilla.  Gracias a este descubrimiento, Normann obtuvo el premio Nobel en 1912.

En Noviembre de 2013, la Food and Drug Administration (FDA) aceptó que las grasas trans no son saludables a la luz de investigaciones alrededor del mundo que las relaciona con problemas de salud.

Los maestros de ciencia enseñan que si un científico lo dijo o lo escribió, debe ser una verdad verdadera, sin posibilidad de cambio, cuando que todas las teorías científicas sufren transformaciones que las llevan a un punto en que son irrefutables para el momento histórico en que se desarrollan, pero que siendo que el resto del conocimiento avanza, es posible renovar las ideas. Es por eso que en ciencia uno debe ser escéptico.

Lo que Cosmos en los años 80 nos obsequió fue una visión diferente de la ciencia, nos dio una ciencia humana, una ciencia que perseguía sueños, una ciencia para todos.

El 9 de Marzo de 2014 regresó la serie Cosmos a las pantallas bajo el título Cosmos: una odisea espacio temporal, con el astro físico Neil deGrasse Tyson como guía, la cual se lanzó al público a nivel mundial, buscando inspirar a las nuevas generaciones y al público de todas las edades a mirar a la ciencia como algo más cotidiano.

La clave es aceptar que los científicos somos niños que nunca crecimos, pues no hemos perdido las ganas de preguntar mil y un veces, con una curiosidad infinita y con la capacidad de aceptar que el conocimiento no puede ni debe ser tomado como la última palabra.

Esta nota se la dedico a Humberto Wilfredo Henriquez Benítez, quien es un chico interesado en la ciencia, principalmente la física y que cómo muchos, siente miedo de no estar a la altura de quienes tienen más experiencia. Si todos lograran motivarse y comprender que todo camino se inicia con el primer paso y que las preguntas llegan cuando la curiosidad brota, quizá un día, todos los países centrarán sus decisiones en los hechos y no en las creencias.

No es extraño que la nueva serie de Cosmos haya sido presentada por el Presidente Barack Obama, en cuyo gabinete alberga a varios científicos, pues los Estados Unidos necesitan desesperadamente motivar a sus alumnos en las áreas científicas, y espero que América Latina siga sus pasos.

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