Por Alma Dzib Goodin
El verano trae muchos recuerdos de mi infancia en la Ciudad de
México, como los partidos de beisbol en el Parque del Seguro Social, mismo que
fue demolido para cambiar el estadio a otra parte de la ciudad. En mi familia
había división de casacas pues en aquel entonces jugaban los Tigres y los
diablos en la misma Ciudad. Creo que después de que el Estadio se mudó ya no
fue lo mismo para quienes amamos el Beisbol mexicano.
También siento nostalgia por los paseos por la Avenida
Insurgentes, que es la más larga que atraviesa la Ciudad y que es un mosaico
multicultural con sus casonas antiguas y sus comercios que en aquel entonces se
escondían tras los arboles de eucalipto, mismos que poco a poco han ido
desapareciendo.
Aunque esta nota no es sobre mis recuerdos de infancia sino sobre
consejos para que los niños y sus padres puedan sacar el máximo a los momentos
en que los chicos descansan de las labores escolares y los padres aprenden que
los niños tienen ganas de estar con ellos.
Es cierto que la vida actual
no permite que los padres pasen tanto tiempo con los niños, es por ello que
existen los famosos cursos de verano, pero ¡hey padres, a veces vale la pena
una oportunidad!, un verano con sus hijos puede darles muchas cosas buenas… ¡si
es cierto!, también muchos accidentes. Es cierto que no se pueden evitar, pero
con un poco de planeación se pueden minimizar para disfrutar juntos de estas
semanas, ya sea porque así lo decidan o porque el dinero no alcanza.
Dicen algunos que la planeación es la mejor estrategia, así que
comiencen a pensar sus actividades con un poco de tiempo, y sobre todo, si los
chicos no suelen estar en casa, organicen el ambiente para que todos puedan
estar tranquilos, ya que la mejor forma de evitar accidentes no es envolver las
casas entre algodones, sino enseñando a los pequeños a ser cuidadosos y
observar el entorno.
En este sentido, visualice los posibles entornos, por ejemplo si
durante el verano estarán cerca de una alberca, hable con los niños sobre los
riesgos, como resbalones y caídas, explique el porque nunca deben estar solos
en un entorno acuático, incluyendo las playas, y de ser necesario, use el arnés
de protección. Es cierto que algunos piensan que los niños no son mascotas
pero, olvídese de la opinión de los demás y recuerde que pueden salvar la vida
de su hijo, y brindar tranquilidad a usted pues el niño no saldrá corriendo y
se mantendrá a una distancia prudente.
En caso de que nunca haya atado a su niño a su cadera, antes de hacerlo
en público, practiquen en casa su uso y analicen los posibles problemas que le
pueden ocasionar, como jaloneos o fricción en la piel del niño. Explique al
pequeño que es una medida de protección y no de restricción.
En lugares donde hay niños de diferentes edades, en lugar de
gritar desaforadamente a los niños mayores para que cuiden de los pequeños,
planeen actividades donde todos puedan participar y que los mayores no se
sientan que son las niñeras gratuitas o que no tienen su propio espacio. Pueden
incluso planear horas de diversión por grupos de edad.
Dentro de casa, enseñe a los niños que los contactos y cordones
eléctricos, cuchillos y cerillos son elementos a evitar, lo mismo que espacios
cerrados como la cocina. No es el tema decir que no se acerquen, sino mostrar
los posibles peligros y que aprendan a evitarlos. Por ejemplo la cocina es un
lugar fabuloso para actividades conjuntas, solo hay que crear las actividades
adecuadas para la edad de los niños.
Semanas antes niños y adultos pueden hacer un programa de
actividades las cuales deben incluir actividades físicas, las cuales si se
llevan a cabo muy temprano o con la caída de la tarde, aunque debe monitorear
el estado del tiempo, pues esto puede dictar el tipo de actividades posibles al
aire libre. Recuerde también que en las ciudades hay actividades gratuitas o hay eventos en parques que bien pueden ser aprovechados,
No es el caso decir el martes vamos a correr de 6 am a 7am, el
tema es hacer cosas divertidas para todos, por ejemplo, vamos a poner metas
como correr 4 millas o 3 kilómetros en una semana, o recorrer 3 calles
diferentes durante el día, visitar 2 museos en 3 semanas, o bien, visitar a 3
parientes durante las vacaciones.
También se puede llevar un registro fotográfico, caminen y
observen las plantas, los animales del vecindario y propongan llevar un
catálogo de lo que encuentran, propongan proyectos como: fotografiar 3 pájaros
ó 5 flores diferentes. También pueden iniciar un blog familiar sobre lo que
observan, de ese modo sus recuerdos quedarán plasmados por siempre.
Propongan aprender algo que nunca han hecho, como aprender a
bailar, a pintar, a dibujar, quizá trabajar madera, fotografía, lenguaje a
señas, tocar un instrumento musical, terminar un nivel de algún video juego que
pueda ser jugado en equipos…
Planteen ver 3 películas a la semana, o bien cada quien puede
elegir una película y entre todos pueden ir haciendo un festival
cinematográfico.
Un día a la semana puede proponerse un día “desenchufados”, ¡si, leyó usted bien! Un día sin internet,
celular, ipad o televisión!, ¡ok, tal vez un par de horas!... ¿qué pasaría si
un día no hay luz?, bueno, pueden averiguarlo
evitando las redes sociales y platicando entre ustedes, haciendo figuras
con las manos, jugando timbiriche o ajedrez…
En el caso de que haya mascotas en casa, inclúyalas en las
actividades, pues los niños se sentirán responsables de sus amigos peludos, sin
embargo, considere que las mascotas son un tema de riesgo, por ende, no deje
que los niños caminen solos con ellas,
pues éstas pueden atravesarse frente a los niños, las correas pueden amputar
dedos o bien si usan correas retractiles, éstas pueden ser proyectiles que se
disparan a la cara a mucha velocidad. ¡No es el caso asustarle!, esto es solo
para que considere que dependiendo de la edad de los niños y las habilidades en
el manejo de las mascotas, es mejor tener supervisión de un adulto para que
todos disfruten del verano.
Los adolescentes son un tema aparte, pues se sabe que durante el
verano el consumo de alcohol y drogas aumenta entre los adolescentes que se
sienten libres para hacer cosas nuevas. El alcohol y otras drogas están a su
disposición en fiestas o mientras están solos en casa, estas pueden incluir
medicamentos que se encuentran en el botiquín o prescripciones para otros
miembros de la familia. En este caso la mejor forma de evitar dichas
tentaciones es hablando y estando cerca de los chicos.
El verano puede ser el momento perfecto para que las familias se
encuentren, se reinventen y se conozcan. Los recuerdos quedan siempre, escucho
a mis amigos con hijos y dicen que quisieran hacer algo para que sus hijos
recuerden por siempre los momentos que pasan juntos. Esos recuerdos siempre
quedan grabados, pero depende de cada uno para hacer que queden con una sonrisa
o como un mes más en la vida.
¡Este verano puede ser el mejor de todos!, solo hay que planear un
poco cada momento.
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