viernes, 5 de julio de 2013

Dibujando recuerdos de Verano

Por Alma Dzib Goodin
El verano trae muchos recuerdos de mi infancia en la Ciudad de México, como los partidos de beisbol en el Parque del Seguro Social, mismo que fue demolido para cambiar el estadio a otra parte de la ciudad. En mi familia había división de casacas pues en aquel entonces jugaban los Tigres y los diablos en la misma Ciudad. Creo que después de que el Estadio se mudó ya no fue lo mismo para quienes amamos el Beisbol mexicano.



También siento nostalgia por los paseos por la Avenida Insurgentes, que es la más larga que atraviesa la Ciudad y que es un mosaico multicultural con sus casonas antiguas y sus comercios que en aquel entonces se escondían tras los arboles de eucalipto, mismos que poco a poco han ido desapareciendo.




Aunque esta nota no es sobre mis recuerdos de infancia sino sobre consejos para que los niños y sus padres puedan sacar el máximo a los momentos en que los chicos descansan de las labores escolares y los padres aprenden que los niños tienen ganas de estar con ellos.



 Es cierto que la vida actual no permite que los padres pasen tanto tiempo con los niños, es por ello que existen los famosos cursos de verano, pero ¡hey padres, a veces vale la pena una oportunidad!, un verano con sus hijos puede darles muchas cosas buenas… ¡si es cierto!, también muchos accidentes. Es cierto que no se pueden evitar, pero con un poco de planeación se pueden minimizar para disfrutar juntos de estas semanas, ya sea porque así lo decidan o porque el dinero no alcanza.



Dicen algunos que la planeación es la mejor estrategia, así que comiencen a pensar sus actividades con un poco de tiempo, y sobre todo, si los chicos no suelen estar en casa, organicen el ambiente para que todos puedan estar tranquilos, ya que la mejor forma de evitar accidentes no es envolver las casas entre algodones, sino enseñando a los pequeños a ser cuidadosos y observar el entorno.


En este sentido, visualice los posibles entornos, por ejemplo si durante el verano estarán cerca de una alberca, hable con los niños sobre los riesgos, como resbalones y caídas, explique el porque nunca deben estar solos en un entorno acuático, incluyendo las playas, y de ser necesario, use el arnés de protección. Es cierto que algunos piensan que los niños no son mascotas pero, olvídese de la opinión de los demás y recuerde que pueden salvar la vida de su hijo, y brindar tranquilidad a usted pues el niño no saldrá corriendo y se mantendrá a una distancia prudente.




En caso de que nunca haya atado a su niño a su cadera, antes de hacerlo en público, practiquen en casa su uso y analicen los posibles problemas que le pueden ocasionar, como jaloneos o fricción en la piel del niño. Explique al pequeño que es una medida de protección y no de restricción.



En lugares donde hay niños de diferentes edades, en lugar de gritar desaforadamente a los niños mayores para que cuiden de los pequeños, planeen actividades donde todos puedan participar y que los mayores no se sientan que son las niñeras gratuitas o que no tienen su propio espacio. Pueden incluso planear horas de diversión por grupos de edad.



Dentro de casa, enseñe a los niños que los contactos y cordones eléctricos, cuchillos y cerillos son elementos a evitar, lo mismo que espacios cerrados como la cocina. No es el tema decir que no se acerquen, sino mostrar los posibles peligros y que aprendan a evitarlos. Por ejemplo la cocina es un lugar fabuloso para actividades conjuntas, solo hay que crear las actividades adecuadas para la edad de los niños.



Semanas antes niños y adultos pueden hacer un programa de actividades las cuales deben incluir actividades físicas, las cuales si se llevan a cabo muy temprano o con la caída de la tarde, aunque debe monitorear el estado del tiempo, pues esto puede dictar el tipo de actividades posibles al aire libre. Recuerde también que en las ciudades hay actividades gratuitas o hay eventos en parques que bien pueden ser aprovechados,



No es el caso decir el martes vamos a correr de 6 am a 7am, el tema es hacer cosas divertidas para todos, por ejemplo, vamos a poner metas como correr 4 millas o 3 kilómetros en una semana, o recorrer 3 calles diferentes durante el día, visitar 2 museos en 3 semanas, o bien, visitar a 3 parientes durante las vacaciones.



También se puede llevar un registro fotográfico, caminen y observen las plantas, los animales del vecindario y propongan llevar un catálogo de lo que encuentran, propongan proyectos como: fotografiar 3 pájaros ó 5 flores diferentes. También pueden iniciar un blog familiar sobre lo que observan, de ese modo sus recuerdos quedarán plasmados por siempre.



Propongan aprender algo que nunca han hecho, como aprender a bailar, a pintar, a dibujar, quizá trabajar madera, fotografía, lenguaje a señas, tocar un instrumento musical, terminar un nivel de algún video juego que pueda ser jugado en equipos…



Planteen ver 3 películas a la semana, o bien cada quien puede elegir una película y entre todos pueden ir haciendo un festival cinematográfico.



Un día a la semana puede proponerse un día “desenchufados”,  ¡si, leyó usted bien! Un día sin internet, celular, ipad o televisión!, ¡ok, tal vez un par de horas!... ¿qué pasaría si un día no hay luz?, bueno, pueden averiguarlo  evitando las redes sociales y platicando entre ustedes, haciendo figuras con las manos, jugando timbiriche o ajedrez…



En el caso de que haya mascotas en casa, inclúyalas en las actividades, pues los niños se sentirán responsables de sus amigos peludos, sin embargo, considere que las mascotas son un tema de riesgo, por ende, no deje que  los niños caminen solos con ellas, pues éstas pueden atravesarse frente a los niños, las correas pueden amputar dedos o bien si usan correas retractiles, éstas pueden ser proyectiles que se disparan a la cara a mucha velocidad. ¡No es el caso asustarle!, esto es solo para que considere que dependiendo de la edad de los niños y las habilidades en el manejo de las mascotas, es mejor tener supervisión de un adulto para que todos disfruten del verano.


Los adolescentes son un tema aparte, pues se sabe que durante el verano el consumo de alcohol y drogas aumenta entre los adolescentes que se sienten libres para hacer cosas nuevas. El alcohol y otras drogas están a su disposición en fiestas o mientras están solos en casa, estas pueden incluir medicamentos que se encuentran en el botiquín o prescripciones para otros miembros de la familia. En este caso la mejor forma de evitar dichas tentaciones es hablando y estando cerca de los chicos.



El verano puede ser el momento perfecto para que las familias se encuentren, se reinventen y se conozcan. Los recuerdos quedan siempre, escucho a mis amigos con hijos y dicen que quisieran hacer algo para que sus hijos recuerden por siempre los momentos que pasan juntos. Esos recuerdos siempre quedan grabados, pero depende de cada uno para hacer que queden con una sonrisa o como un mes más en la vida.



¡Este verano puede ser el mejor de todos!, solo hay que planear un poco cada momento.

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