Por Alma Dzib Goodin y Yunuen
Hernández Robles
©Alma
Dzib Goodin
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A lo largo del tiempo, el ser humano se ha visto en la necesidad de
expresar sus vivencias y sentimientos a través de creaciones compartidas con el
fin de brindar una visión sensible acerca del mundo, ya sea real o imaginario a
los demás y como conservación de la memoria humana.
Mediante recursos plásticos, lingüísticos o sonoros o de movimiento se
han podido expresar ideas, emociones, percepciones y sensaciones. Esto es el
tema principal del ARTE, una palabra breve pero que nos da “mucha tela
de dónde cortar” si se analiza el potencial que esto brinda a la especie.
©Yunuen Hernández
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Para Rudolf Arnheim (1979) el arte ofrece la posibilidad de ahondar en la realidad, superando la visión, a veces fragmentaria y parcial, de nuestros ojos cotidianos, es por ello que en sus investigaciones destacó que las artes cumplen una función cognitiva de gran valor para la experiencia y la formación del hombre.
©Yunuen Hernández
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Si se parte del hecho que la adquisición de conocimientos, en el sentido
más amplio, abarca desde el más elemental registro de sensaciones hasta la más
refinada explicación de la experiencia humana y que el arte es comunicación
sensorial es posible comprender el porqué el arte está tan ligado a las
experiencias humanas.
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Dzib Goodin
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Es por ello que tiene un papel importante en el aprendizaje de los
sentidos, en el desarrollo de la sensibilidad y la imaginación que brinda un
gran apoyo a las actividades académicas, no sólo porque genera un gran
deleite sensorial, sino porque es una función de la inteligencia.
El arte, a través de cualquier de sus formas de expresión, introduce
aspectos desconocidos a los espectadores y creadores y abre nuevas posibilidades
a la conciencia como explican diversos autores, siendo el arte la mediación y
presentación de ese intercambio continuo de percepción y concepción, que es
propio del psiquismo y de la forma de ver–comprender el mundo.
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Pero ¿qué caracteriza a la expresión artística?, su carácter de símbolo.
El arte concentra rasgos abstractos y simbólicos, por ejemplo las fotografías,
los dibujos, los mapas o las ilustraciones técnicas ya que nos permiten ver
aquellas cosas que no podemos percibir de manera personal pero que es posible
hacerlo directamente con las interpretaciones de la realidad que hacen los
artistas.
A todo ello se agrega que las obras de arte son las representaciones del
mundo, por esta razón es posible comprender, hacer conjeturas, averiguar e
interpretar lo que se ve en ellas. Por ejemplo: una fruta en una pintura podría
no verse como una fruta, entonces ¿qué puede ser?, un ojo puede ver un símbolo
o bien un mensaje que completa el cuadro en que se encuentra, y esto precisamente,
brinda un espacio de ambigüedad que existe entre lo que se ve y lo que podemos
especular sobre la interpretación de la obra, lo cual da cabida a muchas
posibilidades de interpretación.
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Dzib Goodin
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Sin lugar a duda, el arte es un medio ideal para observar, pensar,
hablar, escuchar y entender en un acuerdo de palabras que no necesariamente
comparte el lenguaje complejo cotidiano, tal vez a ello se deba que la teoría
estética está ligada a la motivación biológica de las señales de cortejo y
estrategias de selección de pareja en los animales, además que la teoría de la
evolución vincula el carácter simbólico del arte a los cambios cerebrales
cruciales críticos de Homo sapiens que apoyan un mayor desarrollo del lenguaje
y la agrupación social jerárquica, por lo que colectivamente, diversas
teorías apuntan al arte como un multi-proceso de la cognición.
En este sentido la investigación neurocientífica reciente,
particularmente en el área de las conexiones neuronales proporciona algunas
ideas valiosas que permiten relacionar el dibujo como factor contribuyente
significativo a nuestra evolución cognitiva y el lenguaje, el cual dio paso al
desarrollo no solo cultural de la especie, sino al cerebro como lo conocemos
hoy en día.
De ahí que la inclusión del arte en el currículo, no es sólo una
necesidad emocional sino cognitiva para los estudiantes,misma que se ha
limitado a las escuelas de niños talento partiendo de la idea errónea de que
sólo ellos se pueden beneficiar del arte.
Referencias:
Anderson, H. (2013) A distinguishing skill art, language and complex
cognition. Journal of Consciousness Studies. 20 (3-4) 6-32.
Arnheim, R. (1979). Arte y percepción visual. Psicología del ojo
creador. Madrid.
García, A. (1995). Entorno, imagen y educación. Educar la mirada.
Propuesta de una dimensión visual en el conocimiento del entorno (pp. 64-71).
Madrid.
Zaidel DW. (2010) Art and brain: insights from neuropsychology, biology
and evolution. Journal of Anatomy. 216 (2) 177-183.
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