Un tema explorado por la investigación
psicológica es el tema de la metacognición.
El punto central de este concepto, es que el aprendizaje s puede ser un proceso
consciente analizando cada paso que uno mismo realiza durante la ejecución de una tarea.
El desarrollo de la metacognición, ha sido
tema de controversia, ya que algunos autores dicen que es posible adquirir el proceso través del aprendizaje
observacional, pues los niños miran como otros realizan tareas y van creando
una lista de pasos a seguir, mientras que otros investigadores piensan que está
ha de enseñarse de manera clara y metódica.
Lo cierto es que cada uno desarrolla formas
de recordar los pasos necesarios para la ejecución de una acción. Por ejemplo,
¿cuáles son los pasos para manejar un auto?. Al principio quizá haga falta que
alguien explique pasos pequeños y detallados y conforme se va creando una
automatización de la misma, es posible que la lista de pasos a seguir se acorte.
Entre más se experto se es para la
ejecución de una tarea, menos pasos son consientes, debido a que la tarea se
automatiza y no es necesario pensar en cada pequeño detalle. Es por eso que
Robert Brault escribió alguna vez: “El maestro promedio explica la complejidad,
el maestro que es genio revela la simplicidad”.
En el caso de los niños, usualmente no se
toma en cuenta como éste asume la tarea, ya que DEBE hacerla, pero la
percepción que se tenga de ella será la diferencia entre una buena o una excelente
ejecución.
La diferencia consiste en reconocer los
pasos a seguir, se hace un repaso mental de la ejecución y se asume con
confianza lo que se ha de hacer, los resultados no son solo distinto en
términos de calidad, sino la autoconfianza del niño se refuerza y el valor de
la tarea aumenta.
Los pasos para llevar a cabo dicho proceso
son simples y solo requiere hacer preguntas ante cada uno de los pasos:
-
¿Cuál es la tarea que ha de ejecutar?:
¿es algo que sabe hacer?, ¿es algo que nunca antes ha realizado?, ¿necesita
ayuda? ¿qué tipo de ayuda requiere?.
-
¿Cómo se siente ante la tarea?: ¿es algo
sencillo?, ¿es algo que le parece interesante?.
-
¿Cuál es su meta ante la tarea?: ¿desea
hacerla solo por cumplir?, ¿le importa tanto que va a concentrarse en ello para
sacar lo mejor de si mismo?.
-
¿Qué recursos materiales requiere?: ¿requiere
de materiales con los que ya cuenta?, ¿requiere de materiales especiales?,
¿requiere de recursos audiovisuales pero no sabe usarlos?, ¿la va a hacer con
aplicaciones que conoce bien?, ¿desea experimentar un poco?
-
¿Qué recursos cognitivos son necesarios?: ¿tiene que leer antes de poder hacer la tarea?, ¿No entiende el
tema?, ¿sabe que hacer pero no cómo hacerlo?, ¿quiere hacerlo como lo vio en un
museo o la televisión?.
-
¿Cuánto tiempo requiere?: ¿es una tarea que
puede realizarse en unos cuantos minutos?, ¿requiere más tiempo?, ¿cómo va a
calendarizar los avances?.
-
Si la tarea es en equipo:
¿Cuáles son los compromisos y metas de cada uno de los miembros del equipo ante
la tarea?.
Al realizar la
tarea, muestra dudas ¿tiene claro que hacer y cómo?, ¿sólo tiene claro que
hacer pero no el cómo, o los medios para hacerlo?.
Cuándo el estudiante pida ayuda al adulto o
mentor, entonces la labor se convierte en una tarea conjunta, por ende, el
adulto o mentor ha de comenzar con las preguntas que guíen mejor la ejecución
de ambos, pues lo peor que puede hacer es tomar la tarea como suya para evitar
conflictos o pérdida de tiempo. En este caso, el adulto puede ir monitoreando
más cercanamente la ejecución, pero si
se asume como experto puede eliminar pasos o bien hacer sentir al niño que no
es capaz de hacer por si mismo las cosas. Es por ello que se ha de preguntar al
estudiante cuál es la ayuda específica que necesita. A veces basta una
explicación, mientras que en ocasiones, requiere del modelado de la acción.
Hay un punto final. La mayoría de las veces no se tiene solamente
una tarea, sino varias. En este caso, se ha de enseñar al niño a analizar la
dificultad de cada una, y se sugiere que se lleve a cabo primero la tarea más
difícil para que la atención se centre en ella y al final de la jornada se haga
aquello que es más agradable y aunque ya se esté cansado, se haga con gusto.
Evaluar la importancia de la tarea, reviste
un valor particular, ya que procura que nada
se deje para después o incluso se evite.
Si desde pequeños se enseña a realizar las
preguntas y a ir determinando los pasos que cada una de las tareas requiere,
con el tiempo el estudiante las hace por si mismo, y va realizando las tareas
con mucha más confianza.
En la educación superior, solía pedirles a
mis alumnos que planearan mentalmente las ejecuciones y las tuvieran lo más
claro posible en su cabeza antes de ejecutarlas. Con ello evitaban la
frustración, la distracción y reportaban mayor satisfacción en la elaboración.
Además de que los resultados eran mejores que en aquellos estudiantes que se
sentaban a responder sin tener un mapa mental de lo que habían de realizar.
Las tareas siguen al ser humano en todo
momento, no se pueden evitar, pero entre más confianza ante ellas, más éxito se
alcanza, con menor esfuerzo.
Referencias:
Brinck, I.
and Liljenfors, R. (2012) The Developmental Origin of Metacognition. Infant and Child Development. doi: 10.1002/icd.1749.
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Zhang, LF.,
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USA.
Buenas tardes, Soy una mujer de 38 años, estudio el idioma inglés, mis hijos son Juan de 10 años y Sofia de 13 años, en este proceso de descubrir quien era yo, encontré alternativas de ver la vida más serena y tranquila, y así fue como llegué con un psicólogo, quien al atenderme a mi, dio como resultado lo siguiente: ¿Porque Juan es así? tiene 10 años y su habilidad psicomotriz es de 7 años,y aunado a sus terapias me doy cuenta de situaciones que eran desapercibidas por mi, y hoy se vuelven claras. Yo Gaby, me doy cuenta que el sistema de enseñanza con el que aprendí no fué el adecuado para mi, cuando repruebo un nivel de inglés, (por eso amo la UNAM) se que debía buscar alternativas y con la tecnología es que he logrado detectar lo que es útil para mi como método de aprendizaje.
ResponderEliminarLeyendo e investigando es como he ido resolviendo situaciones que antes serían un gran dolor de cabeza.
Gracias.
Mil gracias Gaby por compartir tu comentario. Te voy a compartir un secreto: El gran error de la educación es pensar que todos aprenden del mismo modo y que nada cambia. Pero no puedes tener a un niño con un nivel motriz de 10 años, comparado con un niño de hace 20 o más años (que fue cuando muchas de las valoraciones motrices se desarrollaron) cuando en aquel entonces los niños tenían un lugar amplio para correr, gritar y jugar, comparado con el espacio cada vez más reducido con el que cuentan los niños actualmente. En este sentido, No puedes aprender un idioma en el aíre, tienes que practicar, intentar y sobre todo cometer errores.
EliminarEste punto ha dado un amplio grupo de investigaciones, pues nos han hecho creer que siempre debemos buscar la excelencia, pero en realidad, el valor del error en el aprendizaje es muy grande.
Nos da gusto que este artículo te haya servido y ojalá vuelvas a leernos!